Cualquiera puede enseñar, pero no enseñar desde el corazón. Un tutor es el que enseña desde el corazón.
No solo aprender materias, sino aprender desde el corazón y con valores.
Para favorecer el cambio de etapa en los alumnos, debe existir una buena coordinación en el propio centro. Entre los docentes, suele haber una serie de reuniones llamadas "reuniones de tránsito" para valorar el curso en general y a los alumnos en particular (sus necesidades, el nivel, las medidas para los alumnos NEAE). De estas reuniones se levanta acta y el director, jefe de estudios y la orientadora asisten.
La relación con el alumno debe asentar sus bases en el diálogo y por supuesto, desde el más profundo cariño. Son personas y son los tesoros más preciados de su entorno.
Debemos marcar límites y normas pero siempre manteniendo una relación respetuosa y cariñosa. Para ellos, vamos a ser su única orientación y el modelo a seguir.
Asimismo, las familias deben sentirse seguras, respetadas y tratadas con cariño, ya que, como hemos mencionado anteriormente, dejan en nuestra mano al mayor de sus amores. Las familias pueden estar en contacto con la escuela, formando parte del Consejo Escolar, el AMPA, siendo delegado de padres...
Por último, un profesor debe tener coherencia de vida. Somos el ejemplo a seguir para las personas del futuro.
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